La fe unirá los días sábado 25 y domingo 26 de octubre a las sagradas imágenes del Divino Niño del Milagro (Ciudad Eten) y el Señor de los Milagros (Chiclayo) en misas, homenajes y procesión en honor al Cristo Morado de la capilla San Benito de Chiclayo. Es la primera vez que ocurre este esperado encuentro católico.  

La parroquia Santa María Magdalena, asesorada por P. Eleuterio “Lute” Vásquez y el comité multisectorial de Ciudad Eten, presidido por Carlos Velásquez Puican, informaron que la hermandad Señor de los Milagros de San Nicolás (Chiclayo) solicitó la presencia de la imagen del Milagroso Niño para acompañar la festividad en honor al Cristo Morado y tras varias coordinaciones, se aprobó tal pedido.

La programación para el sábado 25 de octubre se inicia a las 5:00 p.m con la concentración de fieles en el santuario eucarístico ubicado en Ciudad Eten. La partida está programada para las 6:00 p.m y recorrerá las localidades de Ciudad Eten, Monsefú, Chacupe, La Victoria y Santa Victoria hasta llegar al parque Eloy Ureta (óvalo frente a Tottus), aproximadamente a las 7:30 p.m.

El ingreso triunfal de la sagrada imagen será por la calle Bolognesi, acompañada de bandas de músicos, danzas y fieles. Para las 8:30 p.m se ha programado un homenaje a las imágenes del Señor de los Milagros y el Divino Niño del Milagro en la capilla San Benito, ubicada en la cuadra 6 de la Av. Las Américas (altura de la Av. José Leonardo Ortiz).     

El domingo 26, a las 8:30 a.m, el Obispo de la Diócesis de Chiclayo, Monseñor Jesús Moliné Labarta, oficiará la misa de fiesta y desde las 3:00 de la tarde tendrá lugar la procesión de las sagradas imágenes por las principales calles de la “Capital de la Amistad”.

El retorno de la imagen del Niño del Milagro, a Ciudad Eten, está programada para el lunes 27 de octubre a las 9:00 de la mañana. En dicha localidad será recibida por los feligreses en la intersección de las calles Junín y 8 de octubre para llevarla en procesión nuevamente a su santuario.

Como se recuerda, la primera aparición del Divino Niño en el Santísimo Sacramento sucedió en la noche del 2 de junio de 1649, durante la oración de las vísperas y la exposición solemne en honor a la fiesta del Corpus Chisti en Ciudad Eten. La segunda aparición se verificó algunos días después, el 22 de julio, durante los festejos en honor a Santa María Magdalena, patrona de la ciudad.

Según el testimonio de Fray Marco López, superior del convento de Chiclayo, durante la exposición del Santísimo Sacramento “el Divino Niño Jesús apareció nuevamente en la Hostia, vestido de una túnica de color morado. Debajo de ésta tenía una camisa que llegaba a la mitad del pecho, según la usanza de los indios”. A través de este signo, el Divino Niño quería identificarse con los habitantes mochicas de Eten para demostrarles su amor.

Durante esta aparición, que duró unos 15 minutos, muchos vieron que en la Hostia asomaban tres pequeños corazones blancos, unidos entre sí, simbolizando las tres Personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, presentes en la Hostia consagrada.